A veces pensamos que el machismo solo viene de los hombres, ¿cierto? Pero, ¿y si te dijera que muchas actitudes machistas siguen siendo reforzadas por las mujeres, sin darse cuenta?
No se trata de señalar con el dedo, sino de reflexionar. Porque hay ideas que parecen normales, hasta románticas, pero que en el fondo siguen alimentando ese modelo de hombre machista que tanto daño ha hecho.

¿Qué es el machismo? Definición según la RAE
La definición de machismo según la RAE es clara: una actitud de prepotencia de los varones respecto de las mujeres. Pero en la vida real, el machismo se disfraza de muchas formas. No siempre es agresivo ni evidente. A veces es sutil, cotidiano, aceptado.
Y ahí es donde entran los micromachismos: pequeños gestos, frases o creencias que refuerzan la desigualdad, aunque parezcan inofensivos.
💰 Micromachismo económico: el mito del hombre proveedor
¿Te suena la idea de que el hombre debe ser quien pague todo? A muchas las criaron con la creencia de que un buen hombre es el que puede mantenerlas y darles “una buena vida”.
Y claro, eso suena cómodo. Pero también es una forma de dependencia. Una de las características del machismo más invisibles es esta: pensar que el valor del hombre está en su billetera.
Comentarios machistas típicos:
- “Si no tiene carro, ni lo miro.”
- “¿Para qué quiero un hombre que no me puede invitar a nada?”
¿Dónde queda la independencia económica? ¿La autonomía emocional? ¿Por qué esperar que el bienestar venga del otro y no de ellas mismas?
🧠 El atractivo del hombre frío o dominante
Este es más común de lo que creemos. Muchas veces, sin darse cuenta, sienten atracción por el hombre que se hace el difícil, el que no muestra emociones, el que controla.

Frases comunes que refuerzan este tipo de machismo:
- “Me gusta que me ignoren un poco.”
- “Los buenos son aburridos.”
Este modelo encaja perfecto con el hombre machista: frío, distante, dominante. Y lo peor es que se le premia con atención, amor y deseo. Como si ser emocionalmente inaccesible fuera atractivo. Pero en realidad, ese es otro tipo de machismo que se mantiene vivo desde el silencio.
💸 Si no gasta, no le interesas: el machismo disfrazado de romanticismo
En muchos espacios sociales todavía se mide el interés de un hombre por cuánto gasta. Si invita a cenar caro, si manda flores, si paga todo… entonces “sí va en serio”.

Ejemplo típico de micromachismo:
“Fuimos a tomar café. Todo bien, pero esperaba algo más… con clase.”
¿Y si el interés real se mostrara de otras formas? ¿Dónde queda la reciprocidad? Convertir el dinero en prueba de amor refuerza otra de las características del hombre machista: el que tiene que demostrar, conquistar y pagar.
🔍 ¿Qué tipo de machismo están reproduciendo sin darse cuenta?
El machismo no siempre se impone desde afuera. Muchas veces, se elige. Se valida. Se acepta. Y eso pasa cuando seguimos premiando ciertos comportamientos y rechazando otros más sanos.
Preguntas para reflexionar:
- ¿Elegirías a un hombre sensible aunque no tenga mucho dinero?
- ¿Te molesta que un hombre espere dividir los gastos?
- ¿Te atrae más el que se hace el difícil?
Responder estas preguntas con honestidad puede revelar qué significa un hombre machista para ti y qué actitudes podrías estar reforzando sin querer.
🧭 El machismo también se elige
No se puede luchar por igualdad mientras se sigue idealizando al hombre que paga todo, controla o se muestra inaccesible. La revolución también pasa por nuestras decisiones personales, por lo que elegimos, lo que toleramos y lo que deseamos.
El cambio no empieza afuera. Empieza adentro. 💥
Si alguna vez te preguntaste qué es el machismo en resumen, es esto: un sistema de creencias y actitudes que pone al hombre por encima, y que puede vivir incluso dentro de nuestros deseos más íntimos.
💡 El machismo no solo se impone. También se elige. Y se puede dejar de elegir.